25 jul 2008

Mirando sin mirar


Un niño ayuda a su padre joven Abu Bakarr a vestirse (campo para amputados en Sierra Leona)
me impacto la mirada perdida del hombre y me acordé de los que se quejan por tonterias.

1 comentario:

rocio dijo...

Es una verdad tan sublime, que pocos son los que llegan apreciarla.
La verdad pura que da prueba a que lo humano surge del corazon...
Y no de la mente y de sus logros.
Transcurren vidas llenas de quejas, malos gestos, vidas insatisfechas por "detalles menores", pero la realidad es otra.

Un saludo, me gusto tu observacion