Todo empezó con unos pequeños ruiditos, algo asi como si fuera hipo, a poco mas de 20 días se le caia la taza de leche con chocolate con la que desayunaba todos los días, visitamos al medico de cabecera y después de revisarlo nos recomendó llevarlo a un neurocirujano, facu en ese momento tenia 5 años.
Visitamos a un Dr. vecino que casualmente era Neurólogo después de la entrevista recomendó hacerle una tomografía computada con el siguiente resultado.

Nos explicaron de que podía ser un tumor benigno, nos miramos con mi mujer sin querer caer en la realidad, había que hacer algo urgente, cuando nos quedamos solos lo único que sentí en ese momento fue una impotencia tremenda, nunca sentí tanta bronca, ni tanto odio contra Dios, es que esas cosas a uno no le pasan nunca, siempre es al otro y esta vez nos tocaba a nosotros.
Fuimos a un Hospital de la Ciudad de Córdoba, lo revisaron y nos dijeron de que había que operarlo urgente, operarlo no estaba en los planes, pensábamos que se podía tratar con algún medicamento pero nunca llegar a eso, en ese momento le pregunte al Neurocirujano, si a su hijo le pasara lo que al mio, lo operaria Ud. me dijo que no.
Empece a mandar mails a todos los lugares donde me dijeron que había buenos médicos, hasta que mi vecino neurólogo me contó que en Argentina lo mejor estaba en el Hospital Garrahan sin perder tiempo llamamos y con la ayuda de el, conseguí en el día el turno, me dijeron cuando podía ir y le dije ¡ya mismo!, al otro día estábamos volando a Buenos Aires.
Cuando llegamos Facu ya se caia, pero le dábamos fuerza diciendo que pronto todo volvería a la normalidad y así también nosotros juntábamos las necesarias para salir adelante.
Nos recibieron e inmediatamente y en base a los estudios llevados hicieron un primer diagnóstico nos pusieron al tanto de los riesgos inherentes, pero nos dieron buenas expectativas y las 3 horas ya estaba internado.
Una noche hizo una convulsión con paro cardiorespiratorio y mi mujer desde Buenos Aires me contaba algunas cosas nomas por el celular y yo aquí sin poder hacer nada en ese momento le ofrecí a Dios mi vida a cambio de la de el, creo que es lo que hacemos todos los padres cuando nos tocan un hijo.
Lo operaron el día que De la Rua entrego el poder como presidente, un 21 de Diciembre de 2001, ese mismo día la operación se demoro varias horas porque Buenos Aires era un caos y los médicos no llegaban, pero el hospital vive otra realidad y allí pase lo que pase, el personal es muy responsable y se ponen a la altura de la circunstancias sabiendo que de ellos dependen la vida de muchos chicos.
el 24 de Diciembre le dieron el alta para poder volver a una sala común, fueron los días mas largos de mi vida, recuerdo que esa noche era Navidad y a las 12 de la noche cuando sonaban los fuegos artificiales cerramos los ojos y agradecimos en silencio, puedo decir que a pesar que estábamos solo nosotros tres, lejos de mis dos nenas que quedaron a 700 kms. en Córdoba que esa, fue la mejor navidad de mi vida.

Esta noche salgo y llevo a mi familia a comer afuera, salgo a festejar por mi hijo sano y normal y por la vida que me toco vivir junto a mi mujer y mis dos hijas.
Hoy me doy cuenta que esto como otras cosas terribles que me pasaron me marcaron para que mi vida cambiara para siempre; amo a Dios y a mi familia y vivo para mi mujer y mis hijos por sobre cualquier cosa.
(El 10 de Enero de 2002, quince días después de la primera operación lo operaron nuevamente en forma urgente por una acumulación de liquido, nos dijeron fue mas peligroso para su vida esto que el propio quiste, después de drenarlo no tuvo mas problemas)... gracias a Dios.